Sigo compartiéndote un nuevo principio Zen aplicable al diseño y la arquitectura:
«La naturalidad en el diseño busca el equilibrio entre ser parte de la naturaleza y a la vez distinto con la arquitectura, ésta que se acopla al ambiente, a la vez encarna una intención artística.
Incorporar la luz natural, la vegetación, el viento y la topografía al diseño, con sólo algún trazo intencional o alguna sutil presencia simbólica, es una fórmula de rítmica refinación característica del más alto arte».
Busca vivir integrado a la naturaleza, en tus espacios y en tu vida en general…!
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