En este Post, quiero compartirte un caso puntual en una intervención de armonización de espacios que realicé en la ciudad de Quito-Ecuador.
Cuando estaba conversando con mi Cliente, Él me manifestaba la situación de su nueva vivienda, la relación con sus vecinos y el nuevo espacio en donde hoy por hoy, decidió vivir con su familia.
Desde un inicio algo me «jalaba» la atención y la mirada a un patio exterior, mientras seguíamos conversando ya no pude disimular que «algo» me inquietaba y no precisamente de la mejor manera.
Continuamos en proceso normal que aplico en estos casos, hasta que llego el momento de dirigirnos a este patio, y en el encontré estos lindísimos objetos:
«Son vasijas provenientes de la Selva Ecuatoriana, usados por sus habitantes…»
Al momento de finalizar la armonización, me enfoque únicamente en estas vasijas, el resultado de la investigación por intermedio de la T.R.E efectivamente arrojó los resultados que desde un inicio me inquietaban, eran varias energías sumamente fuertes que contenían estos objetos y que no son idóneas para convivir con ellas en una Residencia en la ciudad…
Esto objetos, claramente habían des-armonizado la vivienda en donde están ubicados, ¿por qué?, imagínate traerte una pequeña parte de la Selva, su entorno y energía a tu Residencia… !En verdad no te lo recomiendo!.
La vivienda en general, es un espacio para descansar del día a día y tener momentos de esparcimiento con nuestra familia, es ello radica la importancia de tener o no, «Objetos de Poder».
En la tipología residencial se considera como premisa, el descanso y la recuperación de las energías vitales, más no el cargarnos de energías muy activas que no nos permitan precisamente descansar. Quizá estos objetos pudiesen estar mejor en espacios en donde se trate de «activar la energía», o mejor aún en su lugar de origen, a donde corresponde propiamente su energía.
Ten cuidado que objetos tienes en tus espacios, cada uno de ellos lleva la historia y el presente de la energía que asimilo desde incluso su fabricación y la intensión de las personas que intervinieron en el proceso; armas, máscaras, vasijas, antigüedades, objetos heredados o que fueron parte de rituales y obras de arte en general, siempre guardarán la «esencia» de su uso e intensión.
Si definitivamente quieres quedártelos, la sugerencia es que los «limpies» de toda energía discordante que puedan contener y traer con ellas.
Recuerda que somos energía y todo lo que nos rodea, incluido todos los objetos, de igual manera. Así que cuida tu entorno y busca elementos adecuados a la actividad del espacio en donde están colocados o los nuevos que deseas colocar.
Finalmente, una vez «armonizados» los objetos de mi Cliente, inmediatamente el espacio cambio y pudimos sentir una atmósfera sumamente relajante, ideal para una Residencia. Recuerda cuidar de tu entorno, como de ti mismo…
Bendiciones para ti! 🙂
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